Un grupo comando de sicarios asesinaron a siete de sus integrantes, incluidos dos menores de 10 y 14 años. Las víctimas huían de los cárteles de la droga.
La Fiscalía de Michoacán informó del hecho este lunes, aunque se produjo el domingo por la noche en el municipio de Tuxpan, en el oriente del estado, donde un grupo armado atacó a una familia de refugiados compuesta por 30 integrantes.
Los asaltantes dispararon rifles de asalto y pistolas contra la familia y provocaron la muerte de seis varones, entre ellos dos niños de 10 y 14 años, y una mujer, que perdió la vida cuando era trasladada a un hospital.
Además, el ataque dejó siete heridos, cuatro de los cuales eran niñas menores de edad y dos bebés recién nacidos.
La familia sólo llevaba seis meses viviendo en el lugar, al que habían llegado tras huir del municipio de Luvianos (estado de México) por supuestas amenazas de muerte del narco, hipótesis que investiga la Fiscalía.
Por otro lado, en un segundo hecho, se reportó el asesinato de dos hombres, cuyos cadáveres aparecieron colgados frente a una escuela preparatoria del municipio de Tocumbo, en el bajío de Michoacán.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía, las víctimas aparentemente fueron torturadas por presuntos narcotraficantes de Los Caballeros Templarios, según unas cartulinas que fueron encontradas junto a los cuerpos.
El gobierno federal desplegó, hace tres meses, un operativo especial de seguridad en Michoacán para combatir a este cártel, señalado como responsable de la producción y tráfico de drogas naturales y sintéticas a los Estados Unidos.
En el último mes, una serie de bloqueos y enfrentamientos entre grupos criminales y las fuerzas de seguridad en este estado dejaron 15 civiles muertos, siete policías federales asesinados y más de 30 heridos.